martes, 3 de octubre de 2017

Edredoning Carlota y José María ( VIDEO )







La Revolution sexual llega a Gran Hermano 18 con un edredoning a lo conejo entre Carlota y José María

Los dos contrincantes, tras disputar los 100 empujoncillos lisos.

Como unas navidades en junio o un laxante demasiado efectivo, el primer edredoning de Gran Hermano Revolution ha llegado antes de lo previsto.

Pero como en el caso de las navidades o del laxante, ha sido un poco decepcionante. Vamos con la narración de los hechos:

Carlota entró diciendo poco más o menos que era una rompecorazones y que ella no se enamoraba ni mirándose al espejo. Pero ha sido entrar y ponerse más tierna que un osito de Mimosín cogiendo de la patita a un cachorro de scottex.

“Pensaba que iba a ser muy complicado que alguien pusiese traspasar mi muro y realmente me tocase la fibra sensible… y este chaval lo ha conseguido”, decía Carlota sobre José María.

“Traspasase mi muro…”, “me tocase la fibra sensible…” Juraría que esas mismas frases las he oído en Iba a por trabajo y le comieron lo de abajo. ¿O fue en Vamos a la carga con la casa que se alarga? Ambas películas las, esto… bueno. Estaba haciendo zapping y las encontré.

El caso es que Carlota está más pillada que los hermanos Dalton haciendo un butrón en una comisaría. “Me gustaría que no pasase”, decía la pobre mujer de las coletas que son la envidia de Rapunzel.

El caso es que los dos acabaron metidos debajo del edredón en el dormitorio. Y no, no estaban leyendo un tebeo con una linterna.

“¿No re ralla lo que puedan estar diciendo?”, se preguntó Carlota, supongo que refiriéndose a los compañeros, que a esas alturas y por las respiraciones debían estar pensando que había alguien haciendo flexiones y abdominales en la oscuridad.

“Yo ahora lo único que quiero es estar aquí contigo“, le dijo José María, que es muy profundo y poco obvio. Si le llega a decir “pues a mí ahora me está escociendo el juanete”, queda mejor.

“Pero es que dormimos en un cuarto con gente“, receló Carlota. Ya, si yo la entiendo. Está feo no invitar. Pero joder, te levantas y gritas ¿¡Alguien quiere un polvo!?

Y habría alguien que diría “¿que si quiero o que si tengo?“.

Total, que José María, que es espontáneo como pedir cita para tirarse un pedo, propuso “¿Pedimos una hora sin cámaras?“. José María es a la pasión lo que una amputación es a las risas.

Pero… no. Carlota tenía un calentón que si llega a estar cerca de un volcán en erupción el que evacúa es el el volcán. José María… bueno. Es que sólo come pan.

Pero Carlota no estaba por la labor de abortar la misión. Y digamos que era una misión de esas en las que se penetran las líneas enemigas. “Yo es que para estas cosas soy como un tío. Tengo como un fuego y lo paso muy mal“.

No hay comentarios:

Publicar un comentario