martes, 28 de noviembre de 2017

Murió Julio Oscar Mechoso





Julio Oscar Mechoso, cuyo monólogo de la película “Patton” le valió un premio de Coral Gables High y le presagió una larga y exitosa carrera de Hollywood interpretando a gángsteres, brutales policías e incluso demonios, murió de un ataque cardíaco el sábado a los 62 años.

Su muerte desató una ola de dolor entre los actores y directores hispanos de peso pesado en Hollywood, que consideraban a Mechoso como un erudito de múltiples talentos.

“Julio no fue solamente otro actor”, dijo Andy García, su amigo, compañero de clase de la universidad y compañero frecuente de actuación. “Era un artesano extremadamente talentoso”.

Mechoso obtuvo su primer papel en televisión poco después de graduarse de FIU en la comedia de Miami “¿Qué pasa, U.S.A.?” y eventualmente aparecería en docenas de películas y programas de televisión, desde “Miami Vice” hasta “Seinfeld” y “Cane”. “

Poseía un ceño de medusa y una intensidad tan feroz que a menudo rompía a llorar durante las lecturas de los guiones (sus amigos se burlaban de él con el apodo de lloracito). Mechoso fue estereotipado al principio de su carrera como un actor para personajes del tipo duro. Incluso cuando interpretó un papel aparentemente benigno, esa imagen fue tan difícil de olvidar que cuando la ahora difunta cadena de WB se preparaba para rodar “Greetings From Tucson” — una de las primeras comedias con hispanos en el papel principal desde los días de Ricky Ricardo en “I Love Lucy “ — sus jefes no querían que el productor Peter Murrieta dejara que Mechoso leyera su papel.

“Me dijeron: ‘Este tipo es un gángster tremendo, pero no tiene atributos para la comedia’”, recordó Murrieta el domingo. “Yo dije: ‘Eso es porque no hay comedias hispanas’. Vino e interpretó de forma muy chistosa a ese rudo papá mexicano-americano, el tipo más divertido durante la lectura del personaje. Lo elegimos y él fue genial”.

El talento cómico de Mechoso fue sorprendente para los ejecutivos de Hollywood, pero no para sus amigos o familiares.

“Era un tipo muy divertido”, dijo su hija Melinda. “Él era un artista. Si miras las fotos de la vieja escuela en Miami, las personas a su alrededor siempre tienen grandes sonrisas, porque él está haciendo algo para que rían. Le encantaba hacer eso. Nunca dejaba hablar a nadie más en la mesa, tenía demasiadas historias que contar”.

La actuación de Mechoso durante la temporada de “Greetings From Tucson” amplió enormemente la gama de roles disponibles para él, pero su primer amor siguió siendo el drama. Nacido en Cuba y criado en Miami (su familia operaba la tienda Mechoso de La Pequeña Habana, que vendía ropa y electrodomésticos), le picó el virus de la actuación durante la escuela secundaria, cuando interpretó el infame discurso profano de George C. Scott en la apertura de la película de “Patton” (”Quiero que recuerdes que ningún bastardo ganó una guerra al morir por su país”) que le granjeó un premio. Durante los cuatro años siguientes, sus amigos aspirantes a actores en lo que entonces era el Miami Dade Community College y después en FIU le suplicaban: “¡Interpreta Patton!”

“Fue simplemente increíble”, recordó García. “Fue Patton, pero también fue Julio. Él tenía esta manera de meterse en un papel”.

Si era intimidante ver a Mechoso en la pantalla, quizás era aún más feroz la forma en que se preparaba para sus papeles. Su familia escuchó con asombro mientras despotricaba y deliraba durante los improvisados ensayos en el baño de la casa. Una vez, Murrieta entró al vestidor de Mechoso en el set “Greetings From Tucson” y encontró garabateadas en las paredes escenas enteras, anotadas con pensamientos, intenciones y preocupaciones sobre cómo iba a interpretarlas.

“Era un actor con A mayúscula”, dijo Murrieta.

El productor veterano Juan Carlos Coto, quien contrató a Mechoso en tres series de televisión y trabajó con él en varias otras dijo: “Era un actor alto rango que podía hacer cualquier cosa, ser el protagonista de una comedia de situación como ‘Greetings From Tucson’, después un vicioso narcotraficante mexicano en ‘Kingpin’ y luego un extravagante demonio que trabaja a tiempo parcial como conductor de limusinas llevando almas al infierno en ‘From Dusk Till Dawn’. Interpretó todos con tal espíritu y tal vida que simplemente no podías parar de verlo”.

Mechoso también tenía preparados varios escritos, incluyendo un guión sobre sus días de adolescencia con el agresivo equipo en el antiguo Mutiny Hotel, el lugar favorito de los “vaqueros de la cocaína” y la flora y fauna de Miami. (Incluso conoció a Linda Ruiz, su futura esposa, en la discoteca del hotel. “Es una historia de amor de los 80”, dijo riendo su hija Melinda).

Y él era un talentoso guitarrista y cantante, que podía tomar incluso a sus amigos por sorpresa. El productor y director Robert Rodríguez, quien trabajó con él en cinco películas y series de televisión, se sintió confundido un día cuando filmaban el drama policial “Matador” en las calles de Boyle Heights, un barrio muy deteriorado de Los Ángeles. Mechoso vio una guitarra y pidió que se la prestara.

“Se llevó mi guitarra y la tocó como el mejor”, dijo Rodríguez. “Cantó y bailó para todo el equipo allí en las calles de Boyle Heights. ... Esa imagen y el sonido se convirtió en mi recuerdo favorito de Julio. Él nos emocionó con más pruebas de su talento apasionante y su corazón generoso, mientras cantaba esa noche. Esa imagen es todo lo que puedo ver en este momento”.

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