Estos son los héroes y las víctimas de la masacre de Florida. Un profesor y un entrenador de fútbol americano murieron intentando salvar a sus alumnos. La mayoría de los fallecidos eran chicos de entre 14 y 18 años.
Aaron Feis trabajaba como ayudante del entrenador del equipo de fútbol americano del instituto Marjory Stoneman Douglas, en Florida, que el miércoles se vio marcado por la tragedia cuando un exalumno, Nikolas Cruz, de 19 años, entró en el centro con un rifle de asalto y abrió fuego contra sus antiguos compañeros y profesores, dejando 17 muertos.
Feis, de 37 años casado y con un bebé, una de las figuras más admiradas por los estudiantes del instituto, murió actuando como un escudo humano, protegiendo a los alumnos de las balas.
"Los chicos de esta comunidad lo adoraban... Murió de forma trágica, inhumana, pero lo hizo protegiendo a otros", ha lamentado el sheriff del condado de Broward, Scott Israel.
El profesor
Scott Beigel, de 35 años, profesor de Ciencias Sociales, también fue alcanzado por los tiros al tratar de cerrar con llave la puerta de la clase en la que había puesto a salvo a sus pupilos.
La madre de uno de sus alumnos, Jennifer Zeif, asegura que su hijo Matthew, de 14 años, fue el último en entrar en la clase, justo delante de Beigel y pocos segundos antes de que el profesor fuera alcanzado por un disparo, según cuenta el New York Times. "El señor Beigel podría haberse adelantado a Matthew y haber entrado en la clase primero", ha declarado Zeif. "En ese caso, Matthew habría sido el que habría acabado tendido en el pasillo".
La mayoría de las víctimas, estudiantes
Beigel y Feis son dos de las heroicas figuras que ha dejado la tragedia de Parkland, en la que murieron otras 15 personas, en su mayoría, jóvenes estudiantes de entre catorce y dieciocho años, con ambiciones y sueños que el miércoles se vieron truncados por los disparos de Cruz.
Una de las víctimas, Nicholas Dworet, de 17 años, competía en el equipo de natación del instituto y acababa de recibir una beca para estudiar en la Universidad de Indianapolis y competir en el equipo universitario.
Jaime Guttenberg tenía 14 años y acababa de empezar el instituto. Apasionada de la danza, pasaba horas y horas ensayando, y era muy popular entre sus profesores por su sentido del humor.
Joaquin Oliver, nacido en Venezuela y de 17 años, acababa de conseguir la ciudadanía estadounidense, era un amante de la poesía y jugaba al baloncesto en la liga de la ciudad, para la que entrenaba con la ayuda de su amigo Julien, quien consiguió salvarse, como en otros casos, escondiéndose en un armario.
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