Gabriel Caballero rompió el silencio luego de que se conocieran unas fotos que destaparon su relación con Antonio González, presidente del club Rubio Ñu, de Luque, en Paraguay. También recibía amenazas del dirigente, según dijo.
El lateral izquierdo, de 25 años, aseguró que el directivo lo obligaba a mantener relaciones con él: “Él siempre me coaccionaba. Primero por lo de la foto. [También me decía] que nunca me iba a dar mi pase. Que no iba a dejar que yo me fuera de ahí. Me amenazaba”, dijo en una entrevista con La Unión Radio, de Paraguay.
Caballero agregó que González le prometía cosas para que accediera a tener relaciones con él, pero, además, aseguró que otros jugadores pasaron por situaciones similares: “[Nos decía] que nos iba a promocionar, que nos iba a vender a clubes. Cosas que nunca hizo. Al contrario, él siempre truncaba todo eso”.
Los periodistas de la emisora le preguntaron si era una condición intimar y tener relacion sexuales con el directivo para tener oportunidad en el equipo, el jugador contestó que sí y agregó que sabe “de otros jugadores que tuvieron relaciones con él, era un cuestión normal dentro del club”.
El lateral señaló que llegó muy joven al club y “soñaba con ser un futbolista exitoso”, por lo que le envió un mensaje a los jugadores jóvenes: “Que se cuiden. Que no crean tanto en esta clase de personas porque la verdad son malos”.
Caballero también dijo que no ha hablado con sus familiares sobre el escándalo, pero por cinco años ha mantenido una relación con Valentín Ozuna, su representante: “Ha estado conmigo en las malas y en las buenas y siempre me apoya”.
Por último, el jugador dijo que no cree que el escándalo tenga “solución” porque González lo ha convertido en un problema muy grande.
En las últimas horas, el directivo fue el primero en referirse al escándalo sexual, pero aseguró que el jugador fue su pareja de varios años, era especial para él y “tuvo todos los privilegios”, como “vehículos que él nunca pensó en su vida manejar”.
